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sábado, 18 de mayo de 2013

DOJO DEL NEGRO Y UEN EL PASEO
SUPER CLASE DE ENTRENAMIENTO
TAE BO, SPARTAN, KARATE DO Y DEFENSA PERSONAL


 Entrenadores del evento


Sempai Josue Rondon en estiramiento.

























domingo, 28 de abril de 2013

CAMPEONATO NACIONAL ANIVERSARIO DOJO SAMURAY MARACAY EDO. ARAGUA 27/04/13


SEBASTIAN DEL NEGRO CON SU MEDALLA DE CAMPEON



 JHONNIER MIERES ESPERANDO PASAR A REALIZAR EL KATA



CARLOS OCHOA EN SU PRIMERA PARTICIPACION Y SE TITULA SUBCAMPEON EN KUMITE Y 3ERO EN KATA



 GILBERT ALFONZO CAMPEON EN KATA Y SUBCAMPEON EN KUMITE, SELECCION DE LA UEN EL PASEO.





RAYNER KOVACHEVICH DEL NEGRO, SUBCAMPEON EN KATA Y 3ERO EN KUMITE.

martes, 9 de abril de 2013

Aquel que tiene Shin nunca romperá su palabra y jamás traicionará la confianza de los demás. Relaciona su dignidad con la Confianza que inspira a los extraños y a los más íntimos amigos.



SENSEI (El Maestro)



Etimológicamente “Sensei” signjifica “el que ha vivido antes (Sen=antes;sei=vida). 

     En los conceptos que hemos explicado antes a menudo he mencionado al “Guía” o al “Maestro. Pero, ¿Quién es esa mítica persona? ¿de dónde procede? ¿cómo podemos reconocerlo y dónde podemos encontrarlo?
Podría ser peligroso responder todas estas preguntas de un modo demasiado general. Como este libro apunta bastantes veces, un verdadero Maestro es difícil de encontrar.
En el camino, es alguien cuya vida nos puede guiar. Cuando fue joven, alguien le guió a través del camino en el que ahora nosotros estamos inmersos. Él siguió ese camino hasta el final y después de superar miles de dificultades, una a una, llegó al destino final: la iluminación (Satori), El “Do”. Miles de millones de personas nunca parten en este viaje, millones lo intentan por una jornada y abandonan y solo unos cuantos miles llegan al destino.

     Este hombre está aún en el principio. Ha completado el círculo completo. Puede mostrar a otros el camino; conoce todas las curvas, todos los peligros, pero él no puede caminar por nosotros. Esto es por lo que él elige buenos caminantes desde el comienzo, los viajeros que parecen estar preparados. A pesar de esta criba inicial, sabe que muchos no seguirán por mucho tiempo. Muchos van cargados con demasiado equipaje. La mayoría preferirán darse la vuelta a la primera dificultad, antes que abandonar su equipaje. Es cierto que algunos pasos serán tan estrechos que solo podrán atravesarlos si dejan atrás su ego.

     Como todos los buenos guías que conocen el camino y sus dificultades, el Maestro dirigirá el paso adecuado. Cuando sea necesario saltar para atravesar un precipicio, nos lo aconsejará, nos dará ánimos y hasta nos ofrecerá una mano, pero no podrá saltar por aquellos que están aterrorizados y se verá forzado a dejarlos atrás y seguir adelante con lo que sí han pasado.

     Su recorrido por el camino les ha hecho descubrir el mundo en su totalidad. Ahora puede mostrarnos cada detalle del camino, y reemplazarlo, para nosotros, en un contexto global. Esto es conocimiento.
Pero seamos honestos. ¿Merecemos un Maestro así? Quiero decir, ¿estamos preparados para seguir a un hombre así? Muchos esperan que un Maestro les de el “Conocimiento”, mientras están sentados y lo miran con los ojos muy abiertos. ¿Cuántos están dispuestos a hacer lo necesario para seguir a este Maestro una jornada, más allá de las dificultades que podamos imaginar?  En general, alguien que busca un Guía así está dentro de una crisis y está en una encrucijada en su vida. Está deprimido, frustrado, no cree en nada; vaga, desilusionado y desesperado.

     Es cierto que esto ofrece un campo extremadamente fértil para enseñanzas esotéricas. Su mente, aun agitada por el shock de su propia duda, es un campo perdido ideal para que broten las semillas del conocimiento bajo excelentes condiciones. Este hombre, si nunca encuentra un Maestro, estará agradecido de intercambiar su sufrimiento insustancial por los dolores de una educación esotérica, en el que cada angustia le acercaría un poco más a la verdad.

     Pero muchos otros, que son relativamente felices, que están profundamente apegados a sus parejas o a su tierra, cuya profesión les satisface plenamente ¿dónde pueden encontrar motivaciones para buscar a una Maestro? Y la mayoría de nosotros tenemos el guía que merecemos: un hombre como tú, pero cuya edad, grado, experiencia y atributos físicos y técnicos son mayores que los nuestros. Después de unos años junto a él, el aspecto técnico ha mejorado. Nos encontramos cercanos a él, con la misma perspectiva aprehensiva sobre lo desconocido. Los años de experiencia extra del Guía, no pueden llevarnos más lejos, porque él tampoco conoce el camino. Él lo hace con viajeros guía en los tramos que conoce, y por ello, merece nuestra estima. Puede indicarnos un guía más experimentado para los viajeros que quieren continuar, si conoce alguno, o quizás el está buscando uno para sí mismo. Pero, ¿qué pasa con aquellos que se estancaron a mitad de camino, sin nadie que les guíe más allá? Un pequeño número decidirá continuar solos, sin un guía. Por ello su coraje es de admirar, pero tienen pocas posibilidades de llegar al destino. Otros irán buscando el guía ideal, ese raro pájaro bajo cuyas alas tampoco saben a dónde les permitirá llegar.

     Pero la mayoría de ellos, realmente, no quieren ir más allá. Es un buen punto, se asientan. Harán pequeños viajes, con diferentes guías, alrededor del punto en que se han parado, buscando un guía. Sin embargo, hay un importante punto que no debemos olvidar. Todos aquellos que se sumergen en una disciplina marcial un día, hicieron un esfuerzo fundamental: partieron. Viajaron un corto camino hacia el Dô. Y aunque no lo han alcanzado aún, al menos están más cerca. La primera parte del camino no ha estado exenta de dificultades, pero han constituido una enriquecedora experiencia. Incluso sin un guía ellos podrán continuar su progreso.

     Ellos, podrían hacer lentos progresos, pero el entrenamiento constante preparará el terreno para que si en alguna ocasión encuentran una profunda verdad, deje una profunda marca en su mentes. Entre esos momentos, continuarán desarrollando las enseñanzas del Budô, satisfaciendo sus anhelos de perfección antes de morir.
Las enseñanzas que se enfatizan a través de la práctica sincera del Budô pueden ser resumidas en la práctica de Gojô, los cinco preceptos.

viernes, 5 de abril de 2013


 
MOKUSO

Mokuso, pronunciado "moh-kso" (黙想), es un término japonés para meditación que viene a significar algo así cómo "mirar en silencio hacia el corazón" aunque también se le atribuye la traducción de "reflexión tranquila". Es el concepto de un estado que se alcanza mediante el entrenamiento mental, unido a la relajación y respiración que, combinados con la postura adecuada, nos permiten regresar al estado mental de un recién nacido carente de miedo, sin conocimiento de lo que es el estrés, el dolor, la duda, etc. Nos capacita para dejar la mente en blanco y concentrarnos para poder afrontar diferentes situaciones sin que emociones o dudas restrinjan nuestros movimientos. Es parte del entrenamiento del mushin, que proviene del budismo zen.

 ¿En qué consiste mokuso?

 El mokuso es un entrenamiento mental. Se trata de alcanzar un estado de consciencia superior en el que los problemas del día a día, las tensiones del trabajo o los temas personales queden fuera del tatami.

 Cuando hacemos kumite, cuando luchamos en un torneo o simplemente cuando nos enfrentamos a un agresor nos defendemos y contraatacamos concentrándonos en las técnicas que conocemos. Ponemos nuestra mente en realizar los movimientos y ejecutarlos lo mejor que podemos pero limitamos la mente a dicho movimiento. Si un luchador experimentado vacía su mente de emociones o pensamientos que le distraigan llega un momento en que puede realizar los movimientos y técnicas de forma automática y natural. Estar tensos y bajo el yugo de emociones nos hace desperdiciar energía y velocidad, fijarnos en cosas que no son importantes y desatender aspectos del combate que pueden ser decisivos.

 Con la mente en blanco, concentrada en la lucha o entrenamiento, un luchador no está sometido a nada, Puede reaccionar y actuar de forma más intuitiva a la hora de entrar en el tatami o de enfrentarse a un oponente.

 ¿Cuándo realizar mokuso?

 Se define la meditación como una actividad pasiva perfecta para los seres humanos. Al igual que la práctica de un arte marcial nos permite entrenar activamente el cuerpo y la mente, el mokuso nos permite entrenar la mente para controlar mejor nuestro cuerpo.

 El momento ideal para hacerlo es antes y después de la clase:

Antes de clase es beneficioso realizarlo para dejar los problemas fuera y concentrarnos en el inmediato entrenamiento vaciando la mente de emociones. Nos relajamos y nos centramos en la actividad que vamos experimentar para disfrutarla lo más posible.

 • Después de la clase el mokuso nos permite hacer una pausa para relajarnos, descansar y reordenar nuestros pensamientos para volver a casa. Debemos reflexionar sobre lo que hemos aprendido y limpiar de pensamientos la mente. La relajación elimina el estrés y nos hace ver las cosas de otra manera. La satisfacción física y mental es óptima tras salir del Dojo.

 ¿Cómo realizar mokuso?

 A la hora de practicar mokuso se combinan la postura corporal, la respiración y la concentración.

 La Postura

 Podemos realizar mokuso sentados en una silla o incluso tumbados en el suelo (Ouchaku zazen). Sin embargo, la postura corporal óptima para realizar mokuso parte de seiza. Adoptaremos una postura cómoda, con los empeines pegados al suelo y la columna totalmente recta. Debemos estirar la espalda como si quisiéramos tocar el techo con la cabeza, retraer la barbilla ligeramente hacia atrás y hacia el pecho y dejar los hombros muy relajados. Si la postura aún es incómoda podemos sentarnos con las piernas cruzadas pero la columna debe estar completamente recta.

 El dorso de la mano izquierda debe descansar sobre la palma de la mano derecha. Ambos dedos pulgares deben hacer contacto en la punta formando una especie de ojo o cavidad frente al hara (bajo abdomen), como si fueran una prolongación uno del otro. Otra variante de las manos es colocarlas sobre los muslos en seiza con los dedos pegados y apuntando hacia dentro. Debemos cerrar los ojos o entornar los párpados con la mirada baja.

 La mano izquierda simboliza el mundo espiritual mientras la derecha simboliza lo real y mundano.

 La Respiración

 La respiración es la clave para realizar mokuso correctamente. Debe partir del abdomen y trabajando con el diafragma. Ha de realizarse en ciclos lentos y pausados.

 La inspiración se realiza con la nariz manteniendo la boca cerrada. Ha de ser lenta, relativamente larga y profunda pero no forzada. Hay que tratar de realizarla de forma natural y automática. Justo antes de llenar los pulmones, retenemos el aire un instante y lo soltamos.

 La exhalación debe realizarse con la boca ligeramente abierta. Ha de ser profunda, sin forzarla, y tratando de no soltar todo el aire que tenemos dentro para proceder con el siguiente ciclo de respiración.

Hemos de concentrarnos en todo momento en el movimiento del abdomen hasta que lo hagamos instintivamente. Controlando la respiración reducimos nuestro ritmo cardiaco y el estrés, las pulsaciones bajan y nos relajamos física y mentalmente.

 La Concentración

 Por último, centramos la atención en la mente. Hay que tratar de dejar la mente en blanco y alcanzar un estado mental sereno. Sin embargo, dejar de pensar es algo fácil de decir pero no tanto de hacer. Lo ideal es que nos centremos en la postura y la respiración para que la mente se concentre y nos lleguen la menor cantidad de pensamientos posibles. Los pensamientos que sigan llegando serán obviados hasta dónde sea posible, sin obsesionarnos con su significado. Todo el proceso se hará con los ojos cerrados o entornados para evitar estímulos externos y percibir mejor las sensaciones interiores de nuestro cuerpo y respiración. La inmovilidad del cuerpo ayudará a retener la mente. El Zen utiliza la metáfora de un mono atado a un pilar para representar este fenómeno; el mono representa a la excitación (mente) que queda paralizada al sujetarla al pilar (cuerpo).

 A la hora de realizar mokuso, es imprescindible establecer una rutina basada en una dedicación real a la meditación. No se deben esperar resultados inmediatos pero tras aproximadamente un mes de practica -de 15 a 30 minutos al día- notaremos una gran diferencia.

 Si la práctica es correcta, la energía positiva y la sensación de bienestar interior se convertirán en una parte indispensable de nuestro día a día. No es necesario ser un experto practicante de artes marciales para meditar. Con práctica, cualquiera puede hacerlo pero sin dedicación, nadie podrá.
CAMPEONATO NACIONAL INVITACIONAL DOJO RUDOLF RAMOS
LA VICTORIA, EDO. ARAGUA 2013
 
 JOSUE RONDON SUBCAMPEON, ALEJANDRA MORA ARBITRO Y JOSE A. PALENCIA CAMPEON.
 
 
 
 SHIHAN DAI ANGEL DEL NEGRO, JOSE A. PALENCIA CAMPEON E IVAN DEL NEGRO.
 
 
 SENSEI MARIA E. ZURBARAN JUNTO A JOSE A. PALENCIA
 
 
 
 SEÑORA DEYANIRA MADRE CONTENTA POR RESULTADOS DE SU HIJO
 
 
 JOSUE RONDON RECIBIENDO PREMIACION, POR EL SENSEI LUIS HERRERA
 
 
 DOJO DEL NEGRO CELEBRANDO EL TRIUNFO DE SUS ATLETAS
 
 

 SEMPAI ALEJANDRA MORA ARBITRANDO EN EL EVENTO
 
 
 SENSEI HECTOR DEL NEGRO ARBITRANDO EN EL EVENTO
 
 
 
JOSE A. PALENCIA RECIBIENDO PREMIACION POR LOS ORGANIZADORES DEL EVENTO